Desarrolla tu mentalidad emprendedora
- Vuélvete un observador: Es importante desmitificar el emprendimiento como la aparición súbita de una idea de negocio. Si bien esos momentos “eureka” pueden pasar, es más frecuente que las ideas surjan luego de un proceso concienzudo de análisis del contexto. Por ello, si estás en busca de una idea de negocio, es crucial que pongas atención al mundo que te rodea. ¿Qué pasa en tu comunidad, ciudad o país? ¿Qué necesidades específicas tienen las personas que la habitan? ¿Cuáles son los principales retos en temas como movilidad, seguridad, medio ambiente y educación? Luego de que tengas una comprensión clara de lo que sucede a tu alrededor, puedes detenerte a pensar qué tipo de bienes y/o servicios podrías desarrollar para hacerles frente. Y entonces es posible que se te prenda el bombillo.
- Busca nuevas oportunidades en lo que ya existe: Sería fantástico crear algo totalmente novedoso que nadie más haya inventado. Pero, siendo realistas, es probable que tu idea ya hay sido concebida o explorada por alguien más. Este no debe ser un motivo de desánimo. Por el contrario, puede ser muy valioso en la medida en que puedas apalancarte en el conocimiento existente y no tengas que desarrollar tu idea desde cero. Ten en cuenta que la innovación usualmente se genera a través de mejoras incrementales a productos y/o servicios existentes, más que a través de la creación de productos o servicios totalmente nuevos o 100% disruptivos.
- Pregunta y cuestiona: Muchas veces damos por sentado la forma en la que se hacen las cosas. Sin embargo, el pensamiento emprendedor surge de la curiosidad por entender las motivaciones, razones y procesos de las cosas, más allá de lo que es “natural o normal”. Por ello, no temas cuestionar y preguntar el porqué de lo que sucede a tu alrededor. Si bien ciertas sociedades desincentivan el cuestionamiento al status quo, piensa que este ejercicio te servirá de base para encontrar nuevas formas de abordar los problemas y hacer las cosas, y probablemente de allí surja una innovadora idea de negocio.
- Únete a una comunidad de emprendimiento: Hasta hace apenas unos años, para unirse a una comunidad de emprendimiento era necesario desplazarse hasta un lugar determinado. Fue así como surgieron sitios como Silicon Valley, donde se concentran las empresas y startups relacionadas con tecnología más importantes del mundo. Sin embargo, gracias al poder del internet y las redes sociales, ahora puedes conectarte con otros emprendedores desde la comodidad de tu casa u oficina, unirte a foros y chats sobre emprendimiento y negocios, descargar recursos gratuitos sobre temas relacionados con el emprendimiento e, incluso, hacer cursos cortos y diplomados en línea certificados por reconocidas universidades. Así que empieza a explorar y haz uso de los múltiples recursos que el internet puede ofrecerte para desarrollar tu mente emprendedora y/o tu idea de negocio.
- Intenta, insiste, persiste: Por último, es importante que comprendas que más allá de una idea genial, emprender es un proceso que requiere de una alta dosis de constancia, disciplina y trabajo organizado, unido a la necesidad de tener alta tolerancia a la frustración y capacidad de sobreponerse a la adversidad.
Los obstáculos son parte esencial del aprendizaje, así que no desfallezcas cuando aparezcan y úsalos como excusa para mejorar tu producto o tu servicio. Y recuerda, como dijo el célebre inventor —quien además era empresario—, Thomas Alva Edison: “El genio es uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración.”
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